Me encanta viajar y disfrutar de buena comida. Pero a menudo, al llegar a un café en un país desconocido, me daban un menú en papel en un idioma que no conozco. Sin fotos, con pegatinas sobre los precios antiguos, y a veces con alérgenos que no puedes deducir. En una ciudad grande puedes dar la vuelta y entrar en otro sitio. Pero si estás de paso por un pueblo pequeño y te detuviste solo para comer, y solo hay un café abierto, sacas el teléfono, abres el traductor y tratas de entender qué hay delante de ti. La traducción sale literal, sin contexto, se pierde el sentido, los nombres de los platos se convierten en un conjunto de palabras que se pisan unas a otras. Y si el internet es malo, la traducción por foto tarda una eternidad. ¿No lo habéis notado? Pasa todo el tiempo. ¿No quieres que tus clientes se sientan cómodos al pedir en tu local?


He visto distintos tipos de menús “digitales”. A veces un QR abre un enorme PDF: una página — un idioma, la segunda — otro, la tercera — otro más. A veces una cadena de restaurantes tiene un solo sitio web y un único QR para todo; después de escanearte piden “elegir ciudad y calle”. ¿Por qué no vincular el QR directamente al establecimiento concreto? Estoy aquí por primera vez, ni siquiera sé la calle; he venido a comer...

También hay menús online bastante buenos: visualmente agradables, con grupos y categorías, pero siempre hay matices: las traducciones son malas o no existen, o la interfaz se complica. En algunos sitios aparece publicidad del servicio, en otros las fotos no cargan, en otros la web va lenta, y en alguno incluso me encontré con un cartel que decía que se había agotado el límite de escaneos.


Tras estudiar suficientes competidores formé un equipo y empezamos a crear algo nuevo y moderno para hacer una herramienta profesional de gestión de menús accesible a cualquier café o restaurante. Hay un plan gratuito para establecimientos pequeños con un límite de 25 ítems por menú; más allá de eso no hay restricciones, ni publicidad, ni límites de tráfico, etc.


Poco a poco surgió la idea de Restsify, centrada en las características clave:

  1. Traducciones que conservan el sentido. Usamos IA moderna (gpt-5, afinada con datos culinarios), por lo que los nombres de los platos y las técnicas de preparación suenan naturales en el idioma objetivo, no como un conjunto literal de palabras.
  2. Dirección corta y fácil de recordar. Cada menú tiene su propio dominio corto y personalizado. Contamos con más de 20 dominios en distintas regiones para que tu dirección luzca ordenada y profesional.
  3. Diseño pensado, sin excesos. Al principio hay tres plantillas que se adaptan fácilmente a la marca: colores, tipografías, logo, fondo, portadas. Cámbialas en cualquier momento: las actualizaciones se aplican al instante.
  4. QR sin publicidad. Obtienes una página limpia sin banners del servicio. Toda la atención — en tu menú.
  5. Cómodo para clientes y propietarios. Fotos de los platos, descripciones claras, soporte de horarios (por ejemplo, para desayunos), marcas de alérgenos. Todo se actualiza en segundos.
  6. Rápido y fiable. Escalamos servidores según la carga: los menús se abren con rapidez incluso con internet débil y mucho tráfico de escaneos.
  7. Sin límites de tráfico ni de escaneos. Tantos invitados como tengas, tantas visualizaciones. No hay límites de asistencia.


Al crear Restsify nos pusimos en primer lugar en la piel del cliente que consulta el menú. Para que tus comensales no tengan dificultades por no conocer el idioma. Para que una persona con alergias entienda rápido los ingredientes. Para que el menú cargue rápido. Para que el propietario mantenga precios, fotos y disponibilidad actualizados sin complicaciones.


Así, a mediados de 2025, nació Restsify.

El menú es solo el comienzo de nuestro camino.